En estos días en que las noticias nos arrugan el alma, nos ponen tristes, nerviosos, donde lo que menos provoca es cocinar, hay que ser ingeniosos para que a través de un plato, podamos aliviar a nuestra familia, sin ahogarnos en la cocina.
Como cuando te sientes mal y lo que más te provoca es un buen caldito se pollo, bueno, así! Trata de abrazar a tu familia con un plato de lleno de amor y ese aroma que sólo la familia es capaz de dar.
Vermicelli con salsa pesto, flores de albahaca y hojas de queso Manchego más el perfume de la pimienta negra recién molida, invade tu cocina de los más nobles sentimientos que curan el alma!
Para la salsa pesto:
2 Ramos de albahaca fresca, limpia y deshojada.
1 taza de aceite de oliva
2 dientes de ajo
100 grs de queso Manchego
100 grs de nueces recién horneadas (así mismo)
Simple: coloca en el vaso de tu licuadora o procesador la mitad de las hojas de albahaca, los dientes de ajo y prende mientras agregas parte del aceite de oliva. Permite que se cree una "crema" a la que irás agregando el resto de las hojas, los ajos, las nueces y el queso rallado previamente. Verte el resto del aceite y si te provoca, agrega más aceite de oliva. Remata con pimienta negra. Cuídate de la sal porque el queso ya trae bastante.
Guarda en un recipiente de vidrio y culmina el envasado con una cucharada de aceite de oliva para crear una capa en la superficie de la salsa y evitar que se oxide.
La puedes conservar en la nevera por un tiempito... Es divina para este y mil usos más!!
Para servir tu pasta, sólo agrega sobre la misma y usa las flores de las ramitas de albahaca para decorar y perfumar tu plato, más unas hojas de queso Manchego, que puedes hacer con el mismo pelapapas!!!
Disfruta comer en familia, usa tu plato como un lienzo y se el mejor artista de tu cocina!
