Hoy encontré un solitario calabacín y mis agudas ganas de tomar una rica y reconfortante cremita hicieron el resto!
En una olla pequeña, agregué 1/2 cdta de aceite y 1 diente de ajo finamente picado y la llevé al fuego lento de mi cocina. Mientras el perfume del ajo comienza a invadir los espacios, lavo el calabacín, corto ambos extremos y los desecho. Con la ayuda del cuchillo convierto en cuadros pequeños todo el calabacín y antes que los ajos comiencen a dorarse, los lanzo a la olla y salteo ligeramente. Enseguida agrego agua filtrada (1 taza) y dejo hervir unos 10-15min. a fuego medio/alto. Añadir unas rebanaditas de cebollín en este momento puede hacer una increíble diferencia en el sabor! Solo queda sazonar con sal y llevar a la licuadora para que se encargue se trasformar esta sopa en una deliciosa crema que tranquilice el estómago, el hambre y nos llene de felicidad, al disfrutar sorbo a sorbo los deliciosos sabores que la madre naturaleza nos regala desde la tierra.
Decorar con las puntas mas tiernas del cebollín pueden darle a tu plato ese toque que te convierte en el mejor artista de tu propia cocina!
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